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jul 10

Tecnologías móviles impulsarán el cultivo de palma sostenible en Ecuador

El 9 de julio se suscribió un Memorándum de Entendimiento entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Corporación Interamericana de Inversiones BID Invest, por el cual se articularán acciones de apoyo a productores de la Amazonía ecuatoriana, que estén implementando prácticas sostenibles en el sector de la palma.

Con este acuerdo, BID Invest contribuirá con un proyecto piloto de tecnologías móviles, basadas en desarrollar una plataforma de comunicación digital en dos vías. Por un lado, para mejorar la adopción de buenas prácticas agrícolas y reducir la vulnerabilidad a problemas fitosanitarios; y por el otro, para aumentar la productividad de pequeños y medianos productores. Esto se verá reflejado en las recomendaciones agronómicas útiles y oportunas, que serán enviadas por mensajes de texto, al teléfono celular de los productores y a otras aplicaciones móviles.

Utilizar teléfonos celulares como herramienta de contacto y soporte de información es útil para los productores y esta experiencia piloto, podría ser un ejemplo para replicar en otras regiones productoras de palma aceitera y otros productos en el país.

El Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible (PROAmazonía), un proyecto de los Ministerios de Ambiente y Agua y de Agricultura y Ganadería, con PNUD como Agencia Acreditada, desarrolla actualmente un proyecto de asistencia técnica a palmicultores en las provincias de Orellana y Sucumbíos. A través de esta iniciativa, se busca apoyar a los productores y ofrecerles una herramienta de consulta, asesoría y de experiencias compartidas, para garantizar mejoras en las prácticas ambientales y la obtención de certificaciones de aceite de palma sostenible.

El objetivo principal es asegurar que los palmicutores amazónicos ya existentes no contribuyan a la expansión de la frontera agropecuaria, protejan los remanentes de bosques y fuentes de agua, y tengan acceso a conocimientos y tecnologías que faciliten la transición a una producción sostenible. En resumen, que su cultivo de palma sea lo más sostenible posible.

En este sentido, se están implementando procesos ya encaminados a la obtención de la certificación de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO), un estándar reconocido a nivel internacional por su efectividad a la hora de garantizar que las producciones de este cultivo se realicen de manera eficiente y sin afectar al ambiente.

El trabajo en conjunto entre BID Invest y PROAmazonía promueve alcanzar los siguientes resultados e impactos a mediano y largo plazo:

  • Recolectar y digitalizar datos sobre la incidencia de plagas y enfermedades que permitan diseñar alertas tempranas en forma automática y en tiempo real.
  • Diseminar información sobre buenos manejos de prácticas agrícolas.
  • Disminuir la incidencia promedio de la pudrición de cogollo.
  • Mejorar la productividad de los cultivos de palma.
  • Mejorar el nivel de ingreso de los palmicultores.

La firma del acuerdo entre el PNUD y BID Invest se realizó a través de un evento virtual en el que participaron autoridades de las instituciones que lideran el proyecto PROAmazonía a nivel Nacional; el subsecretario de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Agua, Humberto Re y el viceministro de Desarrollo Productivo Agropecuario del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Eddie Pesantez. Así también, el jefe de Ia división de Impacto en el Desarrollo de BID Invest, Alessandro Maffioli; la representante residente del PNUD, Matilde Mordt y la gerente de Proamazonía, Patricia Serrano.

Promover palma sostenible

Ecuador es el séptimo exportador de aceite de palma y sus productos derivados a nivel internacional. Actualmente, está realizando esfuerzos para que la palma siga esquemas de producción sostenibles, de modo que no afecte a la conservación de suelos, reservas hídricas, bosques y otras especies.

El cultivo de palma aceitera representa el 4% del PIB agrícola del país y genera alrededor de 120.000 empleos (directos e indirectos), particularmente en zonas marginales y vulnerables. Asimismo, el cultivo de la palma genera ingresos mensuales constantes para los más de 5.500 pequeños palmicultores que integran la cadena productiva.

La producción total de la palma aceitera, ha sufrido una contracción aproximada del 20% en los últimos años, pasando de 550 mil toneladas producidas en 2.017 a 440 mil en 2019.

Esto representa una pérdida de casi 50.000 hectáreas de producción. Las causas están relacionadas a: la variabilidad del precio del aceite de palma a nivel internacional, el aumento de costos de producción a nivel local y los complejos problemas fitosanitarios, como la pudrición del cogollo, que afecta al 57% de las plantaciones a nivel nacional.

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