Que no falte cacao para sobrevivir

may 21

Que no falte cacao para sobrevivir

A sus 63 años, Elías Erraez es un productor líder de la Amazonía. Este personaje originario de Azuay, un 15 de abril de 1970, decidió partir a Orellana para obtener un terreno y dedicarse a la agricultura. A lo largo de su vida, logró tener una familia y junto a sus siete hijos, hoy por hoy, es un productor de cacao.

La producción cacaotera ecuatoriana es un factor determinante dentro de la economía del país. El cacao ecuatoriano, es reconocido en el exterior por su aroma y es el principal ingrediente para preparar deliciosos chocolates. Se estima que existen 498.794 hectáreas (ha) cosechadas. Así también, 309.066 mil toneladas de producción y 319.705 plazas de trabajo generadas al año (73% hombres y 27% mueres).

Elías decidió iniciar con este cultivo quince años atrás, primero tenía cacao nacional, ahora tiene super árbol (variedad de cacao). En su finca produce cerca de 15 sacos por ha. “Con esto nos mantenemos, se mantiene la gente, su precio no baja mucho porque principalmente lo compran en el exterior. Esto ha permitido tener ingresos para la educación de sus hijos y vivir bien”, sostuvo.

 

Todos los días se traslada a su finca, se coloca su gorra, lleva su machete, sus botas de caucho y junto al sonido de las aves, cosecha el cacao, mueve las ramas, parte el fruto y obtiene el grano. Su mascota, su perrito también le acompaña. En su terreno tiene plantaciones de café, yuca, banano y en ocasiones se dedica a la ganadería. Él convive con los bosques y ha establecido dos sectores en su propiedad, uno, que no se toca, que es para los bosques, y otro, para las actividades productivas. “El bosque permite, por ejemplo, que no se agoten las vertientes de agua y nos protegen de fuertes vientos. Uno usa lo que necesita” señala.

Los bosques en la agricultura ofrecen muchos beneficios; por ejemplo, regulan la temperatura de la zona, purifican el aire y proveen agua. Su presencia permite contener el terreno cuando existe desbordamiento e inundaciones por ríos. Los bosques dan alimento, medicina, tienen valores espirituales y culturales y son el hábitat de varios animales y aves.

Elías forma parte de la Asociación de Productores de Cacao de San Carlos. “Desde 2005 se ha tenido altas y bajas, comercializamos, a veces tenemos pérdidas, pero ahí le vamos dando”, nos comentó. La asociatividad y el cooperativismo en la Agricultura permite generar más oportunidades, eficiencia, mejor aprovechamiento de los recursos, mayor acceso a la información y representación. La ayuda mutua en sistemas agropecuarios mejora la calidad de vida de los socios con igualdad, inclusión, respeto y pluralismo. En el 2005 Elías fundó la Asociación de San Carlos y actualmente tiene 22 socios.

En esta temporada de declaratoria de COVID – 19, ha coincidido el inicio de la cosecha de cacao, Elías continúa trabajando y está siguiendo las recomendaciones sanitarias de prevención, según manifiesta, espera contar con el apoyo de PROAmazonía para que su sistema, se pueda adaptar a estas nuevas condiciones y para seguir cuidando el bosque. “Espero incrementar un poco más mi productividad y que no falte cacao para sobrevivir”.